En las profundidades de un mundo donde los dragones y la magia se entrelazan con el destino, «Alas de ónix» de Rebecca Yarros emerge como la tercera entrega de la saga Empíreo, una serie de fantasía épica que fusiona elementos de romance oscuro y aventura supernatural.
En esta nueva entrega, encontramos a Violet Sorrengail dieciocho meses después de los eventos del Colegio de Guerra Basgiath. Nuestra protagonista, una jinete de dragones con dos poderes únicos, se enfrenta a su misión más peligrosa hasta la fecha: abandonar la seguridad de su hogar para buscar aliados más allá de las fronteras conocidas de Aretia. El destino de Navarre pende de un hilo, y solo ella puede salvarlo.
La trama se desarrolla en un mundo expansivo donde la política, la magia y los dragones se entrelazan en una danza mortal. Los temas principales exploran la dualidad entre el poder y la responsabilidad, el precio del sacrificio, y la delgada línea entre la lealtad y la traición. Todo esto mientras una misteriosa tormenta amenaza con arrasar todo a su paso.
El elemento más intrigante recae en la transformación de Xaden Riorson en un Venin, añadiendo una capa de complejidad a su relación con Violet. Este giro dramático plantea la pregunta: ¿puede el amor sobrevivir cuando el alma de tu compañero se ha corrompido?
La narrativa promete ser más oscura que sus predecesoras, con 896 páginas que exploran territorios desconocidos y revelan secretos que podrían destruirlo todo. Violet no solo debe proteger a sus dragones, Tairn y Andarna, sino también guardar un secreto devastador que podría ser la clave para salvar o condenar a todos los que ama.
En este mundo donde los ojos color ónix esconden más que simple oscuridad y las tormentas portan presagios de destrucción, una pregunta persiste: ¿Qué precio estará dispuesta a pagar Violet para salvar no solo a Navarre, sino también el alma del hombre que ama?
¿Se puede desafiar verdaderamente a la oscuridad cuando esta habita en aquellos que más queremos?