En un mundo donde la supervivencia se convierte en espectáculo, «En llamas» de Suzanne Collins sacude los cimientos de Panem con una revolución naciente.
Esta segunda entrega de la trilogía «Los Juegos del Hambre», catalogada como distopía juvenil con elementos de thriller político, sumerge al lector en un vórtice de resistencia y supervivencia. La obra explora magistralmente los temas de la opresión gubernamental, el poder de los símbolos en la revolución y el coste personal de la rebeldía.
Katniss Everdeen, la chica en llamas, se encuentra atrapada entre ser el rostro involuntario de una rebelión y proteger a quienes ama. Su victoria en los 74º Juegos del Hambre la ha convertido en una amenaza para el Capitolio, y el Presidente Snow no dudará en destruirla.
Cuando el anuncio del Vasallaje de los Veinticinco sentencia a los vencedores anteriores a regresar a la arena, Katniss debe enfrentarse no solo a otros tributos experimentados, sino también a una arena diseñada como un reloj mortal. Entre la niebla venenosa y las olas asesinas, las alianzas se tejen con sangre y secretos.
«Recuerda quién es el verdadero enemigo», susurra Haymitch, una frase que resuena a través de cada página mientras la línea entre amigos y enemigos se difumina en una danza mortal.
La historia se desarrolla en un Panem al borde del colapso, donde cada distrito es un polvorín esperando la chispa adecuada. Collins teje una narrativa donde cada victoria tiene un precio, y cada acto de rebeldía desencadena consecuencias devastadoras.
¿Puede una chica que solo quería sobrevivir cargar con el peso de una revolución sobre sus hombros?