En un instante, todo puede cambiar. Para Maya, ese momento llegó cuando un accidente destruyó su prometedora carrera como bailarina en la Compañía Nacional de Danza. «Cuando no queden más estrellas que contar», de María Martínez, es una novela conmovedora que explora las consecuencias de perder todo aquello que define nuestra identidad.
Este drama contemporáneo new adult entrelaza magistralmente temas universales como la búsqueda del amor propio, la toxicidad familiar y el poder de la resiliencia. Maya, una bailarina de 22 años cuya vida ha estado regida por las exigencias de su abuela y la disciplina del ballet, se encuentra de repente sin rumbo, traicionada por su novio Antoine y abandonada por aquellos que decían amarla.
La trama se desarrolla entre el riguroso Madrid y la cálida costa de Sorrento, Italia, donde Maya viaja tras descubrir una misteriosa fotografía que sugiere la existencia de un padre desconocido. En este viaje físico y emocional, conoce a Lucas, un enigmático camarero que la ayuda a desentrañar secretos familiares ocultos en una antigua caja de música.
La autora construye una narrativa lírica que captura la esencia de la transformación personal, recordándonos que «hasta la ola, por muy grande que sea, desaparece al romper en la playa». La historia destaca por su tratamiento maduro de las relaciones tóxicas y su alejamiento de los clichés románticos típicos del género, centrándose en el viaje interior de la protagonista.
Entre viñedos italianos y el eco de puntas de ballet abandonadas, Maya debe enfrentarse no solo a la verdad sobre sus orígenes, sino también a la dolorosa realización de que «ser familia no es la sangre, es un sentimiento». La novela incorpora elementos únicos como una playlist temática que complementa momentos cruciales de la narrativa, creando una experiencia inmersiva para el lector.
¿Puede una persona reconstruirse cuando todo lo que creía ser se desmorona? La respuesta yace entre las páginas de esta historia sobre pérdida, redención y el coraje de comenzar de nuevo cuando ya no quedan estrellas que contar en el cielo.