La guardiana de los libros quemados es una conmovedora novela histórica que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial y sigue las vidas entrelazadas de tres mujeres notables. Cada una, a su manera, utiliza el poder de los libros y la literatura como un faro de esperanza y resistencia en tiempos de oscuridad y opresión.
La historia comienza con Althea James, una escritora estadounidense que, tras el éxito de su primera novela, es invitada a Alemania en 1933 por Joseph Goebbels para un intercambio cultural. En Berlín, Althea se encuentra con una mujer que promete mostrarle el verdadero rostro de la ciudad, llevándola a unirse a un grupo de resistentes. Esta experiencia la hace replantearse todo lo que creía saber tanto sobre sus anfitriones como sobre sí misma.
Paralelamente, en 1936, Hannah Brecht llega a París huyendo del antisemitismo de Berlín, solo para descubrir que no puede escapar tan fácilmente de su pasado. Llena de remordimientos por un acto de traición que desmoronó a su familia, Hannah encuentra refugio en su trabajo en la Biblioteca Alemana de Libros Quemados, donde se sumerge en el mundo de los libros y la literatura.
En Nueva York, 1944, conocemos a Vivian Childs, cuyo esposo, Edward, murió combatiendo a los nazis. Vivian libra su propia batalla contra la censura, defendiendo las Ediciones de las Fuerzas Armadas, libros enviados a soldados en el extranjero, de los intentos de un influyente senador por censurarlos. El valor de estos libros para los soldados se le hace evidente a través de las cartas que recibe, incluyendo una última de su marido.
Estos tres hilos narrativos convergen cuando Vivian, sin saberlo, hace que su lucha contra la censura intersecte con los secretos del pasado de las otras dos mujeres. Esta colisión lleva a cambios significativos en la vida de cada una, demostrando la fuerza y la resistencia femenina frente a la censura y el odio.
La novela, inspirada en hechos reales, es un tributo a los bibliotecarios, escritores, editores y libreros que se unieron durante la Segunda Guerra Mundial para combatir el fascismo con literatura. La guardiana de los libros quemados es una obra que subraya la importancia de los libros y la libertad de expresión, recordándonos los peligros de la censura y la potencia transformadora de las palabras y las ideas en tiempos difíciles.