Este libro se adentra en la vida y obra del inigualable Leonardo da Vinci, uno de los genios más luminosos de todos los tiempos. A través de una exhaustiva investigación que abarca las miles de páginas de los cuadernos de Leonardo y descubrimientos recientes, Isaacson pinta un retrato vivo del hombre detrás de obras icónicas como «La Mona Lisa» y «La Última Cena».
Isaacson nos introduce a Leonardo no solo como pintor, sino también como científico, ingeniero e inventor. Desde sus primeros años en la pequeña localidad de Vinci, donde una educación no convencional y su estatus de hijo ilegítimo moldearon su forma única de ver el mundo, hasta sus días finales en Francia, el recorrido de Leonardo está marcado por una curiosidad insaciable.
Su aprendizaje en Florencia bajo la tutela de Verrocchio le permitió desarrollar habilidades en diversos campos, lo que lo llevó a producir obras maestras en arte y a diseñar innovadores inventos que, aunque no siempre se materializaron, reflejan su genialidad. Sus cuadernos, plagados de observaciones y bocetos, revelan una mente profundamente inquisitiva que se sumergía con igual pasión en la anatomía humana, la física, la ingeniería y las artes.
Una de las claves del genio de Leonardo radica en su habilidad para fusionar arte y ciencia. Estudió cadáveres para comprender la musculatura que daba forma a la sonrisa humana, y exploró las leyes ópticas para representar con precisión la profundidad en sus pinturas. Esta intersección entre arte y ciencia, ejemplificada en obras como el Hombre de Vitruvio, es presentada por Isaacson como el verdadero núcleo de la innovación.
Sin embargo, el autor también reflexiona sobre los desafíos de ser un polímata en la era moderna. A diferencia del Renacimiento, donde la diversidad de talentos era valorada, la sociedad contemporánea tiende a favorecer la especialización, dejando poco espacio para genios versátiles como Leonardo.